EL OTRO

Si no fuese porque este vaso se interpone entre nos, podría decirte tantas cosas que llevo guardadas desde tú nacimiento, decir que ahora es una vaso y antes era una pelota o quizás una mujer.Decirte que debes aprender a escuchar, que no todo está en tu mente, porque la mente es frágil y, también, se equivoca.Ahora que escuchamos a Mozart y que bebo de tu vaso, unto con tus labios ese hermoso liquido, que no es color carmesí, decirte que debes escucharme aunque no me puedas oir, decir que quiero hablar, presentarme en público y ser gentil, decir que no me dejas, aunque a veces sea tú.Déjame explicar que no salvarás al mundo, decirte que las cosas fluyen y no las controlas o quizás déjame decirte que te necesito y que no podría vivir sin ti, sin mí.

Ojos

te he dicho pocas veces,
en innumerables palabras,
las hermosas puertas hacia tú corazón,
donde no hay reflejo, donde sólo puedes encontrarlos,inmóviles,
esperando que la noche te busque y
perderte en la luz del cielo,
que se dejan ver en tu rostro,
semblante que es bello color después de la lluvia,
rostro, semblante que existe sólo para admirarlo. Me rindo a tú alma,
porque a veces me encarcela,
para existir, para vivir.